Este año fue agridulce, empezó mal, con la peor noticia que puede alguien recibir en el mundo. Mateo tenía cáncer. De ahí las cosas sólo se fueron de mal en peor.
Empecé el año estando en una relación destructiva, mi trabajo me daba para vivir pero no era un ingreso que pudiera llamar estable, tenía a un acosador haciendo mi vida imposible, llevándome incluso a pensar en el suicidio, vivía entre los celos desmedidos y constantes reclamos del que era mi novio, las llamadas constantes de mi acosador amenazándome con meterme a la cárcel, destruir mi negocio y quitarme todo lo que tenía, y la angustia de tener a Mateo enfermo.
La verdad pensé que no lo superaría. Cada día el estrés era más fuerte, empecé terapia el 5 de enero tratando de encontrar una solución para mi stalker, pronto descubrí que necesitaba solucionar más que eso. Aferrada sin razón a la relación que tenía en ese momento, mentía a todos diciendo que era feliz, mentía en terapia. mentía a mis amigos, mentía a mi familia. Mientras más mentía más graves estaban las cosas en mi casa. Los abusos se volvieron normales y aprendí a sobrellevar constantes acusaciones, celos sin sentido y violencia emocional.
No veía solución a nada, estaba perdida, pero seguí yendo a terapia, y algo empezó a cambiar en mi, empecé a decir la verdad, a notar los alarmantes síntomas de violencia, así que traté de dejarlo y resultó en amenazas y más violencia, estaba acorralada, porque no sólo había que lidiar con esa relación, sino que al dejarlo a él estaría otra vez sola y vulnerable ante el acosador que cada vez se volvía mas agresivo y peligroso.
Pero seguí en terapia, y una parte de mi se empezó a hartar de ser cosntantemenre cuestionada por cosas simples como trabajar o salir a cenar con mis amigas, los reclamos y abusos empezaron a enojarme más que asustarme, y un día la violencia se volvió física y decidí huir, decidí huir porque pensé que esto terminaría mal, porque en verdad los mensajes que recibí y el comportamiento del que era mi novio rayaron en la locura.
Esa noche apenas dormí, tenía a todos mis amigos al pendiente espeando cualquier señal para actuar. Me desperté temprano y fui a pasear a los perros, pero en realidad el objetivo del paseo era conseguir cajas, regresé a esconderlas en el garage y me bañé y vestí temblando, esperé a que despertara y se fuera al trabajo, ese día tardó más de lo normal, manteniendo la calma le hice un café y platiqué con él como si la pesadilla y la violencia de la noche anterior no hubieran existido. Antes de irse me dijo “no voy a regresar para encontrar que te fuiste verdad” me reí nerviosa y lo traté de tranquilizar, me hizo salir de la casa con él para sentirse tranquilo.
A los 5 minutos regresé llena de adrenalina y con la ayuda de mi mejor amiga y mi hermana empacamos mis cosas en 45 minutos, lo único que pensaba era que por favor no regresara por algo. Tuve suerte, logramos salir y dejar mis cosas en una bodega, mi amiga se quedó con Mateo en el inter. Yo demasiado aterrada para pensar creía que con eso estaba bien, ya era libre, pero mi hermana y Andrea me llevaron a la policía a denunciar, era el 8 de marzo, debía estar en la marcha de las mujeres y en lugar de eso estaba ahí en el MP denunciando violencia doméstica.
En cuanto me tomaron la declaración empecé a llorar sin poderme controlar, todo mi cuerpo temblaba como si estuviera hecho de papel, entre el miedo, el alivio y la incertidumbre, conté todo, enseñé las pruebas, grabaciones, textos, todo. Los del MP se portaron increíble, el del turno de ese día no paraba de darme ánimos, todos me echaban porras para que terminara de declarar y me pedían que por favor no regresara, según lo que me dijeron el 80% de las mujeres que denuncian regresan con el agresor.
En menos de 3 horas estaba un judicial en la que era mi casa con una orden de presentación para mi ex, y ahi fue donde se puso bueno. La pesadilla apenas comenzaba. Pero había algo en mi que a pesar de estar aterrada, llena de dudas y sin saber como comportarme me había empoderado. denunciar era la clave y eso me hacía sentir fuerte. La mejor solución que encontró mi ex fue aliarse con mi acosador y ahí las cosas se pusieron mucho más graves, el acosador alimentaba la locura de mi ex y este comenzó a amenazarme de forma más agresiva, a perseguirme, a amedrentarme.
Seguí en terapia y empecé a hablar públicamente del tema, también empecé a investigar, a conocer mis derechos a entender que no me podían meter a la cárcel ninguno de los dos porque yo no les había hecho nada, un día el acosador se presentó en mi tour y me estuvo amenazando, desesperada le aventé una botella de agua y le pegué en la espalda, él me hizo creer que había pedido los videos y que la agresión de mi parte merecía la cárcel, yo le creí. Ya se, suena muy pendejo, pero le creí, eso y muchos otros trucos más.
Desde que decidí salirme hasta que dejé de tener miedo pasaron 3 meses, en esos meses hablé del tema mil veces, seguí en terapia, fui a videntes, sanadores, chamanes, todo lo que me recomendaban lo hacía, pero realmente lo único que acabó con el acoso y la violencia fue dejar de tener miedo. El último mail que recibí de mi ex con amenazas y diciendome que me iba a costar caro todo lo que le había hecho me dio risa, le contesté que se casara con el acosador y que se fueran a la mierda. Ocasionalmente se de los 2 porque me mandan algún correo o se meten a mi twitter a stalkear, este post va a hacer que reaccionen se los aseguro, pero ya no me importa.
Les estoy contando esto porque se que por ahí varias y varios sufren de lo mismo, yo pensaba que estaba sola, que nadie me entendía, mucha gente se alejó de mi porque decían que les mentía y nunca se tomaron la molestia de realmente entender el dolor y el miedo con el que vives al ser acosada, las pendejadas que haces cuando estás así, los errores que cometes que generan más acoso y bueno, muchos te echan la culpa a ti por pendeja y eso te hace aislarte. Que chistoso que la culpa sea siempre de la mujer por no denunciar, o por ocultar o por “provocar”, pero nunca del hombre violento por ser violento.
Reconstruí mi vida poco a poco, aprendí a ser soltera, no había estado soltera en más de 10 años, mis últimas 3 relaciones fueron destructivas y llenas de abuso y sólo iba de mal en peor, Me hice el firme propósito de ser soltera por lo menos 1 año más hasta que logre ser la versión de mi misma que quiero ser. En eso estoy, cada día me siento más orgullosa de mi, de la mujer en la que me estoy convirtiendo, me siento segura, empoderada y contenta, tengo muchas razones para querer estar mejor y sobre todo tengo muchas ganas de ayudar a quienes pasan por lo mismo que yo pasé para que logren ver que si hay salida, si hay luz al final del tunel.
Quitarse patrones negativos cuesta mucho trabajo, no se logra en un día, llevo un año yendo a terapia una vez por semana y trabajando activamente en mejorar, leyendo, documentándome, haciendo ejercicios y me falta muchísimo camino por recorrer, pero lo que ya he recorrido me encanta, me hace sentir guapa, feliz, orgullosa de mi misma y tranquila, hace mucho que no me sentía tan plena sola, y curiosamente lo que siempre necesitaba que era tener una pareja dejó de importarme, mis prioridades y metas cambiaron y ninguna de mis metas actuales está relacionada con tener una pareja. Ni ganas me dan, decubrí a una yo tan padre que lo único que quiero hacer es mejorarme y conocerme.
Los que estén pasando por esto y no sepan por donde empezar busquen a algún terapeuta especialista en codependencia, y dense la oportunidad de ir, escuchen, hablen, pero sobre todo comprométanse a ir por lo menos 2 meses, porque al principio le van a decir puras mentiras al pobre terapeuta para encubrir lo que les pasa.
Y les deseo suerte, si quieren escribirme pueden hacerlo y les paso el contacto de mi psicólogo o de las asociaciones que me apoyaron a mi para perder el miedo e informarme.
Que este 2018 sea el año de quitarnos el miedo y ser libres y felices.